Estudiar en verano siempre es complicado. El calor sofocante, los planes con amigos o familia, la tentación de pasar las tardes en la playa o la piscina… Son muchos los obstáculos que pueden hacer que estudiar durante los meses de verano se convierta en todo un desafío. Sin embargo, los profes de nuestra academia queremos convenceros de que es posible. Solo hace falta un poco de esfuerzo y concentración.
A lo largo de este artículo vamos a dar varios consejos que os ayudarán a estudiar en verano con más facilidad.
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10 consejos para estudiar durante los meses de verano
1. Duerme bien todas las noches
Para estudiar en verano, es fundamental que no te dejes dominar por el estrés. En este sentido, lo peor que puedes hacer es dormir poco para aprovechar esas horas para el estudio. Esto no solo hará que vayas acumulando cansancio, sino que no permitirá que te concentres lo suficiente. Precisamente, necesitas energía para afrontar una jornada de estudio. Así que duerme entre 7 y 8 horas.
2. Sigue una dieta saludable
Una dieta adecuada es muy importante. Debes comer bien, pero sin sobrepasarte, ya que te podría dar sueño y perderías la concentración. Aprovecha el verano para, por ejemplo, tomar el rico gazpacho, que es una fuente de vitaminas que favorecerá tu atención, además de aportarte energía.
También puedes tomar pequeñas piezas de fruta fresca durante las horas de estudio para refrescarte y recuperar energía para seguir estudiando un poco más. Este consejo es clave para mantener la memoria activa durante toda la sesión de estudio.
3. Programa con anticipación tus horarios
La disciplina en el estudio resulta básica. Sin una buena programación, quizás no cumplas con los objetivos deseados. Debes realizar un horario realista en el que te propongas llegar a pequeñas metas todos los días. No comiences con grandes proyectos. Ve poco a poco y con paciencia.
4. Descansa lo necesario entre lecciones
Si ser constante es imprescindible, no lo es menos tomarte unos minutos de relax cada dos horas de estudio. Tu mente requiere un paréntesis para volver a recargarse y seguir. Aunque recuerda que debes prescindir de cualquier dispositivo distractor, como el móvil, la tablet, etc. No hay excusas para ver tus redes sociales durante las horas de estudio. Además, tus descansos deben ser de entre 5 a 10 minutos. En ese tiempo también puedes aprovechar para moverte un poco.
Existen varios métodos para organizar las sesiones de estudio incluyendo pequeños descansos durante el proceso. El método Pomodoro es uno de los más habituales, ya que te divide en pequeños trozos cada sesión de estudio.
5. Permítete unas horas libres para ver a tus amigos
Si llegas al fin de semana habiendo cumplido las expectativas de la semana y, según tus cálculos, puedes permitirte un día libre (o al menos unas horas), aprovecha para ver a tus amigos, ir al cine o darte un baño en la playa o en la piscina.
6. Dispón del ambiente adecuado para estudiar
El lugar que elijas para estudiar ha de estar alejado de cualquier elemento que te distraiga. En casa, por ejemplo, puedes seleccionar tu habitación o una salita que tengas habilitada. También puedes recurrir a la biblioteca si cuenta con lugares más apartados donde concentrarte.
7. Tus descansos te pueden servir para seguir aprendiendo
¿Una de las asignaturas que has de estudiar este verano es inglés? Pues tus descansos pueden ayudarte a seguir aprendiendo. Mira esa película que tanto te gusta o escucha música en lengua inglesa. Atrévete a leer unas páginas de tu novela favorita en su idioma original y apunta las palabras que no sepas para buscarlas después en el diccionario.
8. Desconéctate con música clásica
Es posible que, incluso dentro de casa, no consigas la paz que necesitas para estudiar. ¿Has probado a escuchar música clásica con tus auriculares? Por ejemplo, Mozart viene muy bien para la concentración.
9. Necesitas hacer deporte
El ejercicio físico es prioritario para que tu mente funcione correctamente durante el estudio. Necesitas 30 minutos de actividad física diaria. No olvides que un cuerpo sano favorece una mente saludable, especialmente a la hora de estudiar.
10. Repaso y autoexámenes
Un buen sistema para estudiar en verano de manera eficaz es ponerse exámenes después de haber preparado un número determinado de lecciones. Podrás ver el nivel que vas adquiriendo y, además, te ayudará a reforzar tus puntos débiles antes de afrontar la prueba definitiva. Y, ya sabes, en caso de que no te salga bien uno de los autoexámenes, tendrás que reforzar esa lección. Te aconsejamos que te vuelvas a examinar para comprobar que vas avanzando correctamente en tus estudios.