Venimos al blog de Ready Academia Steam a hablarte del amor. Muy original, ¿verdad? Pero es que febrero se rinde a Cupido, los corazones y las mariposas en el estómago… y nosotros también. ¡Nos encanta la química del amor!
Pero antes de empezar, queremos hablarles a los más jovencitos que estén por aquí. A esos que cuando ven una pareja dicen: “Buarg… yo no me voy a echar nunca novio” o “a mí no me gustan las niñas”. Chicos, chicas, terminaréis enamorándoos en algún momento. ¡Es cosa de química! Y sí, la ciencia está detrás de que, antes o después, caigamos rendidos ante alguien.
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¿En qué consiste la química del amor?
Y es que en el amor hay dos tipos de personas: Los que se mueven con el corazón, y se enamoran profundamente ‘a la primera de cambio’; y los que lo hacen con la cabeza y le plantan cara a Cupido, por muchos rizos rubios y flechas que tenga. Pero sobre todos ellos, los de la cabeza y el corazón, están tres compuestos químicos: la dopamina, serotonina y oxitocina; sustancias que provocan que nos excitemos, nos llenemos de energía y veamos la vida maravillosa (las que hacen que perdamos la cabeza por alguien y nos enamoremos hasta las entrañas).
¿Empezamos hablando de esa química del amor?
- Dopamina: ‘Igual’ a placer. Al enamorarnos, liberamos dopamina y nos llenamos de energía y euforia. Pero ¡cuidado!, porque mucha dopamina puede llevar a la obsesión, por una persona, sensación, estado…
- Serotonina: Genera optimismo, buen humor, respeto… Nos hace ‘sentir bien’. Cuando nos sentimos queridos por una persona, se genera ese bienestar y una dosis mayor de serotonina.
- Oxitocina: Es una sustancia endógena, es decir, segregada por el cuerpo, y se conoce como el neurotransmisor de los abrazos. A más contacto, más oxitocina, y a más oxitocina, más contacto. Así que, ¡cuanta más oxitocina, más unido estás con la otra persona!
Entonces… Si esas sustancias son las que provocan que nos enamoremos y, por lo tanto, el amor depende de la química… ¿Nos enamoramos todos de todos? ¡No, claro que no!, porque aquí es donde entra en juego la magia, el deseo, las preferencias y los gustos de cada uno. Si fuera así, solo cosa de ciencia, nos enamoraríamos de todos los alumnos de clase, todos los amigos o todos los compañeros de trabajo (y eso no ocurre, ¿verdad?). Y, aunque, la ciencia y la química sigue estando presente en muchas de esas decisiones que hace que prefiramos una persona u otra para tener una relación, de momento nosotros nos ‘plantamos’ aquí, ¡¡que le tenemos que dejar algo de trabajo a Cupido para este 14 de febrero!!
¿Puedo aprender más sobre la química del amor?
Pues la verdad es que sí. Aunque parezca mentira, las nociones de química que nos explican en las clases de E.S.O y bachiller del instituto son la base para convertirnos en expertos capaces de desentrañar la verdad que hay detrás del enamoramiento. Si te gusta esta materia y quieres reforzar tu conocimiento, solo tienes que pasarte por la academia y te explicaremos qué clases y cursos de refuerzo tenemos disponibles.
Explicaciones científicas para todo. ¿Esperabas que el amor también fuera ciencia?
