Una de las claves para dominar cualquier idioma es practicarlo con asiduidad. Sin embargo, no siempre es fácil poner en práctica nuestro dominio de las lenguas extranjeras, lo que puede dificultar el aprendizaje o su uso. En el caso del inglés, es fácil acceder a películas o series en versión original, leer textos, etc., lo que facilita el trabajo de la comprensión oral y escrita, pero el problema llega, casi siempre, al hablarlo. Si no lo practicamos, perdemos capacidad de pronunciación y se nos dificulta el aprendizaje y uso del inglés.
Hay una serie de aspectos que dificultan a los hispanohablantes la pronunciación en el idioma de Shakespeare. Los sonidos que no existen en español, la poca atención que se presta al speaking a la hora de aprender la lengua y los vicios adquiridos o la diferente velocidad del propio idioma invitan a hacer un esfuerzo extra para pronunciar bien. Y una de las mejores técnicas para mejorar la pronunciación es aprender a escuchar el otro idioma. No basta con que veamos películas y series u oigamos música, tenemos que escuchar tranquilamente la pronunciación de las palabras.
Prestar atención a los labios y la boca es otra técnica que nos permite mejorar la pronunciación. Podemos grabarnos o hablar frente a un espejo para fijarnos en los labios, ya que esto ayuda a reforzar nuestro speaking. También es interesante que comparemos los vídeos propios con los vídeos de pronunciación. Otra de las técnicas que podemos emplear es hablar más despacio de lo que hablamos en español. Tener algo de acento es normal, pero este se remarca más al hablar rápido. Así que podemos practicar la pronunciación en el idioma reduciendo la velocidad del habla.
Finalmente, podemos separar las palabras por sonidos o sílabas. Es una forma de fijarnos mejor en los sonidos difíciles y trabajar en cuestiones como la eliminación de las vocales débiles; las w mudas; los cambios entre a y o; la p, t o k sopladas; la s inicial, etc. Esto también permite acentuar las palabras para una mejor pronunciación. Pero la mejor forma de trabajar el habla de un idioma es practicarlo con asiduidad.
Matricularnos en una academia de inglés en Albacete es una excelente decisión a la hora de mejorar nuestra pronunciación. Ofrece la posibilidad de mantener conversaciones en otra lengua con otra persona, siempre bajo la supervisión de un profesor cualificado que se encarga de las correcciones. Además, no solo mejora el speaking, también permite una mejora en la construcción gramatical de las oraciones.
Los profesores de nuestra academia son profesionales altamente cualificados. Siempre es preferible aprender un idioma con un profesor titulado y capacitado para la enseñanza que pueda aportarnos trucos y consejos que faciliten nuestro aprendizaje. Con un buen profesor es más fácil conseguir una mejor pronunciación.
Una academia tiene más ventajas, como que nos permite ampliar nuestro vocabulario a la vez que trabajamos la pronunciación. Por si fuese poco, el idioma se va practicando poco a poco y se aumenta la dificultad a medida que se avanza. También se puede completar la pronunciación con técnicas de aprendizaje alternativas, por ejemplo, con las técnicas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas).
En resumen, la clave para mejorar la pronunciación en inglés está en practicarlo con regularidad; una conclusión que se puede aplicar al aprendizaje de cualquier idioma. Podemos poner en práctica varias técnicas para mejorar el speaking en casa, como trocear las palabras, prestar atención a las películas y series o canciones, grabarnos, etc., aunque la mejor forma de hablar con una correcta pronunciación es acudir a una academia de idiomas en Albacete. Solo así tendremos la seguridad de hablar bien gracias a las correcciones de un profesor titulado.
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